Cuando ocultas un pecado te sientes mal, es como tener el corazón sucio y eso nos causa tristeza. Jesús te perdona y te ama, solo debes decir la verdad y pedir perdón. Cuando eres sincero y confiesas tus faltas, Jesús te perdona y recuperas la alegría. Puedas dar fruto de honestidad y verdad en todo lo que hagas. Jesús siempre te ayuda hacer lo correcto.