Viaje por el tiempo

Una muestra de amor para todos

Augusto César era el emperador del Imperio Romano. Él quería saber cuántas personas vivían en su reino. Cada cierta cantidad de años, él pedía que todas las personas fueran a sus pueblos natales para ser contadas.

Muchas personas hacían un largo viaje hacia su pueblo natal, empacando alimentos y ropa.  Muchos caminaban o viajaban en burro. Te imaginas que cansado. Al llegar a su pueblo natal se registraban e informaban cuántas personas había en su familia.

Las familias de María y José se habían mudado de su pueblo natal, un lugar llamado Belén. Ahora vivían en el pueblo de Nazaret. María y José hicieron un largo viaje para Belén para que pudieran contarlos. Ellos eran buenos ciudadanos, así que obedecieron a su emperador.

Se acercaba el tiempo en el que María tendría a su bebé, pero eso no importaba, aún así tenía que ir a Belén para ser contada. Probablemente fue un viaje muy difícil para ella, fue obediente, no se molestó ni se quejó. Sabía que Dios tenía una razón para que ella tuviera que hacer ese largo viaje.

Oremos para que Dios nos ayude a ser como María. Amado Dios ayúdame a tener una actitud agradable con las cosas que no quiero hacer. Cuando quiero jugar y sé que ya es hora de irme a dormir. Ayúdame a confiar en Ti, aun cuando no entiendo. Amén.

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