Sabías que las estrellas nacen a partir de grandes nubes de gas y polvo que se encuentran en el espacio que se calienta tanto que comienza a brillas. Dios hizo las estrellas.
Cuando Jesús nació, Dios puso una estrella especial en el cielo. Algunos hombres sabios que vivían en el Oriente vieron la estrella. Ellos sabían que era una señal, el niño rey había nacido.
Los sabios viajaron durante largo tiempo buscando a Jesús. Tuvieron que parar para descansar y comer. Hablaban con las personas del lugar y les decían que estaban buscando al rey recién nacido. Esta noticia llego a oídos del rey Herodes quien se enojó y pensó ¿Qué bebé es ese que quiere quitar mi lugar? Les dijo a los hombres sabios que le avisaran si lo encontraba, Herodes no entendía que el reino de Jesús no era en la tierra. Herodes quería matarle.
Lo tres hombres sabios continuaron su viaje siguiendo la estrella. Finalmente, la estrella se detuvo sobre el lugar donde estaba el niño. Cuando ellos vieron la estrella se alegraron mucho, entraron a la casa y vieron al niño con María su mamá y postrándose lo adoraron. Abrieron sus cofres y sacaron unos regalos para él: oro, incienso y mirra.
Después Dios les dijo en un sueño que no volvieran a donde estaba Herodes, así que regresaron por otro camino.
Los hombres sabios siguieron la estrella, Dios mismo los dirigió y les dio alegría al llegar a su destino. Cuando seguimos a Dios, él nos ayuda a sentirnos felices también.
Cierra tus ojos y oremos: Señor me alegra que los tres hombres sabios hayan seguido el camino que Tú les diste. Yo también quiero seguirte.