El Espíritu Santo es como el aire, está en todas partes y lo podemos sentir, aunque no lo podemos ver.
Después de que Jesús resucitó, sus discípulos lo vieron muchas veces y en diferentes lugares. Jesús les enseñó más acerca de Dios.
“Quédense en Jerusalén,” les dijo. “Esperen allí porque les voy a enviar el Espíritu Santo. Después vayan y cuéntele a la gente todo acerca de mí. Los discípulos habían escuchado que Jesús hablaba acerca del Espíritu Santo, y cómo llegaría para estar con ellos después de irse.
Los discípulos estaban reunidos con Jesús y les dijo: “cuando el Espíritu Santo venga sobre ustedes, recibirán poder. Todo el mundo sabrá de mí porque ustedes les contarán. Ustedes serán mis mensajeros.
Recuerda que el Espíritu Santo está en ti para darte ánimo, ayudarte, aconsejarte y guiarte.
La Biblia dice en 2 de Corintios 13:14 (PDT). “Que la misericordia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la presencia del Espíritu Santo estén siempre con todos ustedes.”