Mientras que María y José esperaban con ansias la llegada de su hijo, Augusto César dijo que todas las personas debían ser empadronados. Cuando los futuros padres de Jesús escucharon eso, tomaron su camino hacia su ciudad natal, para cada uno seguir las instrucciones del empadronamiento.
Mientras iban pasando por la ciudad de David, llamada Belén, se cumplió el tiempo para el nacimiento y no tuvieron más remedio que buscar un lugar cerca para que Jesús naciera.
Luego de una larga búsqueda y muchos rechazos por la gran cantidad de huéspedes en los lugares de posadas, encontraron un pesebre y en ese lugar Jesús nació y el resto es historia.
¿Se imaginan, un rey naciendo en un pesebre?
Así como Jesús nació, él venia con un propósito, y ese propósito era dar la vida por nosotros cuando fuese el momento correcto. Y pasa algo similar cuando lo aceptamos en nuestros corazones y reconocemos que es nuestro Señor y Salvador. En el momento que decidimos invitarlo a que entre en nuestros corazones, nos hace nacer de nuevo, trae paz y esperanza a nuestras vidas.
Ejercicio, toma tiempo para hablar con un amigo o familiar sobre Jesús y preguntarle si puedes orar por él y si quiere hacer la oración de fe. Y si tú que estás viendo el video, quieres saber cómo aceptar a Jesús, haz esta oración conmigo.