Has escuchado la frase “Te lo dije” muchas veces te han advertido de situaciones y has sido desobediente y te suceden cosas no tan buenas. Dios quiere que con la obediencia.
Las consecuencias de la desobediencia.
El pueblo de Israel esta pasando por un tiempo muy difícil por su desobediencia los madianitas les quitan su ganado y cosechas. Solo hay una cosa por hacer, pedir la ayuda de Dios.
Dios los escucha y elige a un joven, el menos pensado el menos indicado para salvar a todo un pueblo. Su nombre es Gedeón.
Dios te afirma con Su palabra
Gedeón está en el campo recogiendo trigo cuando se le aparece un ángel y le dice que el salvará al pueblo de Dios y Gedeón le pone muchas excusas. Dios le dice “podrás hacerlo porque Yo estaré contigo”
Gedeón obedece y reúne al ejercito para la gran batalla. Gedeón pide señales a Dios porque tiene dudas si el es el indicado para la gran batalla. Dios le responde a cada petición para afirmar que el es el indicado.
Se valiente y confía en Dios
Imagina el temor que Gedeón al escuchar que Dios le dijo que pelearía solo con 300 hombres. Le dijo que fuera con su ayudante al campamento de los madianitas para escuchar lo que estaban diciendo los soldados.
Fue obediente y lo hizo, escuchó que los soldados madianitas también tenían miedo. Uno hablaba de un sueño
—Soñé que un pan de cebada venía rodando sobre nuestro campamento, y chocaba con una tienda y la derribaba.
Su compañero le respondió:
—¡No cabe duda de que se trata del ejército de Gedeón! ¡Dios le va a dar la victoria sobre nuestro ejército!
Cuando Gedeón oyó el relato del sueño y lo que significaba, adoró a Dios. Luego Gedeón volvió al campamento israelita y ordenó: «¡Arriba todos! Dios nos va a dar la victoria sobre el ejército madianita».
Escucha la voz de Dios que te guía cada día de tu vida para poder hacerle frente a situaciones difíciles, al miedo que sientes al pensar que tu pecado es tan grande que Dios no te puede perdonar. Él te conoce como conocía a Gedeón sabe que puedes ganar la batalla, ser valiente y vencer sobre el pecado. Permite que Dios dirija tu vida, decisiones y acciones, elige obedecerle para recibir sus promesas y bendiciones.
