La Biblia nos muestra como las personas mostraban su amor y agradecimiento a esa persona que vino a salvarnos, a morir por nuestros pecados.
Aún cuando tenemos tan presentes quién es Dios, quién es Jesús o el Espíritu Santo, la mayoría de las veces no les damos el agradecimiento que merecen. Sea por las prisas del colegio, por estar compartiendo con tus amigos o por tantas cosas que existen en la tierra que puedan consumir nuestra atención. Dejamos de lado mostrar cuanto amamos y valoramos el que Jesús haya muerto por nosotros y que nos salvara.
Cuando la mujer tomó ese último perfume valioso y decidió arrodillarse delante de Jesús y derramar el perfume sobre sus pies, fue uno de los actos más memorables que podemos leer en la biblia, tanto que lo usamos como referencia para hablar de ofrendas para el señor.
En el momento que decidimos mostrar honra a nuestro Salvador, también estamos alegrando a Dios, por amar tanto a Su Hijo. En todo momento debemos alabarlo y honrarlo
Pero durante estas fechas, debemos ser aún más intencionales porque es el cumpleaños de Jesús.
Claramente no podemos derramar aceite en sus pies o llevarle regalos hasta su casa como hicieron los tres hombres sabios. Pero si podemos tomar un momento, doblar rodillas y reconocer delante de él cuanto lo amamos y lo agradecidos que estamos porque haya cumplido su propósito al morir por nosotros en la cruz.