Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él. Proverbios 22:6
Nuestro cuerpo requiere de las vitaminas para funcionar bien y el alma necesita de la Palabra de Dios. Por eso, debemos instruir a nuestros hijos e hijas en la Biblia. Esta guía les ayudará a tener clara su identidad, descubrir su propósito y buscar la dirección del Señor.
Muchas veces ocupamos tiempo para ver una película o serie, salir a comer, jugar y pasear. Sin embargo, también es importante tener un momento para hablar sobre algún tema específico y apoyar a los hijos en cada etapa que viven.
A medida que nuestros hijos e hijas crecen, surgen muchas dudas y nuestra labor es orientarlos. Esa vitamina espiritual que podemos darles es hablarles lo que Dios hace en nuestras vidas, leerles diferentes versículos bíblicos y aplicarlos a la vida. Eso deja huella en sus corazones.
Si a nuestros hijos les hace falta esa vitamina en las etapas de formación son influenciados fácilmente y pueden salir afectados. No olvidemos que ante cualquier situación y decisión estamos para apoyarlos, eso también es la vitamina espiritual para ellos.
Es vital contribuir con nuestras oraciones para que no se aparten de los caminos de Dios y que sean guiados en su vida como hombres y mujeres sabios. Por tanto, el mejor ejemplo que les podemos dar somos nosotros, eso reforzará todo lo que hayamos sembrado en ellos. Recordemos que la Escritura dice que la herencia de Jehová son nuestros hijos, por eso también se nos pedirá cuentas.
En conclusión, las vitaminas corporales son necesarias para que tengan una mejor calidad de vida y para que el cuerpo de los hijos e hijas sea fuerte para desarrollarse bien. Procuremos alimentarles el espíritu con la Palabra de Dios para que su fe permanezca siempre. No importa la etapa en la que se encuentren, busquemos el momento adecuado para tener esos detalles especiales en familia. Abramos la oportunidad para orar por ellos y que ellos oren por nosotros también.
Gladys de Boteo