Personalidades en los hijos

Hijos diferentes, necesidades diferentes.

 Cuando nacieron mis dos hijas, como toda madre primeriza, aprendí a conocer a mi primera hija en sus diferentes etapas desde el día que nació. A lo largo de los meses aprendí a reconocer su llanto cuando tenía hambre, cuando necesitaba cambio de pañal, tenía sueño o si estaba aburrida.  Cuando nació mi segunda hija, al ser mujer, pensamos con mi esposo que ya teníamos la fórmula perfecta para educarla y reconocer qué necesidades tenía; conforme fue creciendo, comenzamos a notar con mayor claridad lo diferentes que eran en sus personalidades y, por ende, en sus necesidades.

Al meditar en el título de este tema veo dos conceptos: “necesidad” y “diferente”. El significado de la palabra necesidad es una carencia o escasez de algo que se considera imprescindible. Asimismo, encontré que diferente significa que no es lo mismo, que tiene realidad o existencia distinta de aquello otro de que se trata.

Efesios 6:4 (RVR1960) enseña: Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor. Al leer este versículo reflexiono en el riesgo de no reconocer lo diferentes que son nuestros hijos y podemos provocarlos a ira y, aún peor, herir sus corazones por no saber cómo criarlos y tratar con cada uno de ellos. Es importante aprender su lenguaje del amor y llenar sus necesidades de forma diferente. Asimismo, al ser diferentes en sus personalidades la forma de corregirlos, incluso la manera de hablar con ellos desde pequeños debe ser diferente.

A lo largo de todos estos años aprendí a conocer a mis hijas, a reconocer sus cualidades, así como sus defectos, y sobre todo, sus necesidades de acuerdo con su personalidad, las cuales van cambiando conforme van creciendo. También logré asimilar que entre ellas no pretendan ser una como la otra, porque cada una es valiosa y deben aceptar su originalidad e individualidad. El buen ejemplo es importante para tus hijos. Desde que son pequeños, ellos observan todo lo que haces y dices, tus expresiones, tu manera de comportarte y eso es lo que ellos aprenden; tú eres su espejo.

Otra cosa muy importante son las palabras que les declaras, esas palabras tienen poder; por lo tanto, procura siempre darles palabras de bendición que refuercen su identidad y su autoestima, que sepan y crean que son capaces de lograr todo lo que se propongan y que tú crees en ellos. Algo que todo hijo necesita es el ser escuchado, amado, apoyado por sus padres. Como testimonio, puedo decirte que mis hijas saben que las amo a las dos por igual, no hago preferencia por alguna en especial. Se han dado cuenta que a cada una la trato de manera diferente, según su personalidad, pero mi amor por cada una es el mismo. Ellas pueden contar conmigo siempre, pues creo en ellas, oro por ellas y sé que lograrán cumplir sus sueños.

Procura conocer a tus hijos de la mejor forma, descubre sus diferencias, acéptalos y ámalos tal como son y verás un buen fruto en su vida y en la relación que tengan contigo.

Por Gladys de Boteo

 

 

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