Pon en manos de Dios todos tus proyectos
La brújula es un instrumento utilizado para calcular la orientación y el rumbo según los puntos cardinales. Es una herramienta que hasta el día de hoy sirve para ubicar dónde estamos y hacia dónde nos dirigimos. Al igual que una brújula calcula la orientación y el rumbo, cada año que termina tenemos la oportunidad de plantearnos qué planes, sueños y metas queremos lograr el siguiente año, hacia dónde iremos y qué itinerario seguir para lograrlo.
Soy una persona a quien le gusta planificar día a día para aprovechar al máximo el tiempo y lograr lo que me he propuesto. Quiero contarte que, en agosto del año pasado, tenía la inquietud de recibir clases de inglés para poder comunicarme con personas de otros países que vienen constantemente de visita al área donde trabajo; sentía mucha frustración de no poder comunicarme con ellos.
Determinada a lograrlo y con ayuda de Dios y de mi hija, comencé a recibir las clases de inglés lo cual requería mucho trabajo cada semana, más clases virtuales (por lo menos dos a la semana). Todo esto, sin dejar de cumplir en mi trabajo, mi familia, la red que tengo a mi cargo y mi casa. Para mí fue un reto y muchas veces encontré obstáculos, pero no dejé de recibir las clases, estudiar, hacer las tareas y todo lo demás. En agosto de este año, terminé con excelentes notas el curso de inglés, obtuve un diploma certificando que lo había logrado y con la felicitación de mis maestros. Y lo más importante, vino una visita de Dinamarca y tuve la oportunidad de hablar con ella durante la semana, almorzamos juntas y hablamos de diversos temas, pude entenderle y comunicarme con ella. Me siento agradecida con Dios por eso y feliz de haberlo logrado.
En Lucas 14:28-30 dice: “Porque ¿quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla? No sea que después que haya puesto el cimiento, y no pueda acabarla, todos los que lo vean comiencen a hacer burla de él, diciendo: Este hombre comenzó a edificar, y no pudo acabar.” También en Proverbios 16, dice que pongamos en manos de Dios todas nuestras obras y nuestros proyectos se cumplirán.
Te animo a meditar qué proyectos, planes y sueños te gustaría lograr y que te fijes metas. Planifica tu año desde ya; haz cosas diferentes a las que ya hiciste y lo más importante: pon tus sueños, tus metas y tus planes en manos de Dios. Ora constantemente y trabaja duro para lograrlo y verás concretarse cada uno de ellos con la ayuda de Dios. Si encuentras obstáculos en el camino o fallas en algo, no te desanimes, persiste y persevera. Dios te mostrará hacia dónde debes ir, qué puertas debes tocar, qué pasos debes dar y así verás realizados cada uno de tus proyectos.
Por Gladys de Boteo