LAS PEQUEÑAS TRADICIONES FAMILIARES PROVOCAN PERTENENCIA EN LOS HIJOS
Seguramente has leído que muchos estudios realizados en familias demuestran la gran diferencia que hace tener un tiempo de comida juntos. En nuestro país con las distancias y tránsito al que nos enfrentamos no resulta tan fácil de lograr, me podrías decir: “es casi imposible coincidir para comer”.
Hoy quiero pedirte que hagas el ejercicio de organizar tu agenda semanal para lograr al menos 2 momentos de comida familiar. No debe ser nada muy elaborado, alguna comida sencilla que les guste a todos es suficiente.
Muchos jóvenes que encuentran esa conexión con su familia son después exitosos y mantienen un vínculo fuerte con sus padres y hermanos.
Muchas veces relacionamos una “tradición” con un día festivo de nuestro país. Y la conexión familiar debería darse semana a semana. Conozco una familia muy linda que se reúnen casi 20 personas entre nietos, tíos y abuelos a preparar una comida típica de Guatemala, año con año. Me parece una tradición tan bonita que reúne a todas las edades para esta fecha, y me consta que esta familia es muy unida el resto del año.
Busca esos momentos con tus hijos, trae de las compras quincenales algo especial para el fin de semana. Pregunta a tus hijos qué les gustaría comer. Puede ser que los primeros intentos no logres toda la asistencia si es un núcleo familiar numeroso o con muchas responsabilidades como trabajo y demás. Pero no te rindas, sigue constante en un día específico, por ejemplo.
En esta generación donde las redes sociales nos muestran familias “perfectas” con platos y comida impecables, mamás maquilladas y vestidas para un anuncio de televisión, papás sonrientes y niños muy bien portados sentados en la mesa. No es eso lo que quiero transmitir en la lectura de hoy. La realidad dista mucho de lo que nos muestran estas publicaciones que son armadas para generar interacciones en sus cuentas.
Hemos leído la frase: “expectativa vs. realidad”. Pero hoy te animo a que busques esa realidad, la tradición que enlace a tu familia para convivir, reír o simplemente estar juntos.
Tomate un tiempo para pensar qué es lo que puede atraer a tus hijos, por ejemplo, a veces no debo ni decirles a mis hijos que armen algo con trozos. Simplemente saco la caja llena de piezas de madera y empiezo a armar lago pequeño, en cuestión de minutos ya están alrededor armando también.
Si es una película que les puede llamar la atención, prepara poporopos caseros y dentro de bolsas como de “cine” ya tienes un cine en tu casa.
A ciertas edades les encantan las fogatas, tal vez tengas el espacio en tu jardín para un fuego improvisado y asar salchichas.
En mi caso mis hijos me piden cocinar algunas comidas que ven en las caricaturas. Al inicio lo vi como una tarea muy difícil pero hoy encuentras un sinfín de tutoriales. Uno de ellos es muy entusiasta en este tema y quería saber cómo es la comida oriental que ve en alguna película, por ejemplo.
Si tienen un programa favorito, siéntate con ellos a ver un episodio. Tal vez no sea de tu gusto, pero si un humor sano, tomate ese tiempo.
¿En qué tradición familiar has pensado?
¿Qué comida será? Recuerda que debe ser de rápida preparación.
¿Te funciona un día específico en la semana?
Recupera ese tiempo con tus hijos y busca las formas de tener esa conexión.
“Lo atraje con cuerdas de ternura, lo atraje con lazos de amor.” Oseas 11:4.
Recuerda que Dios es así con nosotros sus hijos.
Maru de Jerez