Cómo guiar el corazón de mis hijos
Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él.
Proverbios 22:6
Educar a nuestros hijos e hijas es la tarea que demanda más tiempo y paciencia, pero recordemos que todo lo que sembremos en ellos va a dar fruto en su momento.
¿Cuáles son los temores más grandes que tenemos al educar?
- El rechazo. Nos aterra que nuestros hijos sean rechazados y todavía más que no sepan manejarlo.
- El internet. Si bien reconocemos que hay un sinfín de información en internet, también hay información errónea y sitios que no benefician el crecimiento de nuestros hijos.
- Las amistades. Como padres aprendemos a darle espacio a nuestros hijos, pero también nos da miedo que ellos se relacionen con personas poco convenientes para sus vidas.
- La distancia espiritual. A los hijos les invitamos a acercarse al Padre, pero en nos da miedo que ocurra algo que los distancia de Él.
- La integridad física. Cuando no estamos presentes nos aterra que alguien le haga daño a nuestros hijos e hijas.
Como padres y madres tenemos la responsabilidad divina de guiar a nuestros hijos por el mejor camino. Por eso los acercamos a la iglesia y a la palabra de Dios. Sin embargo, la guía no consiste en obligarlos, sino en crear un ambiente en el que ellos y ellas decidan. Por ello, estos son algunos consejos que podemos seguir para orientar a nuestros hijos.
- El ejemplo es la constancia
La paternidad y la maternidad también se aprenden en cada etapa de nuestros hijos, por eso el mayor ejemplo que podemos dar como padres y madres es la constancia. Si queremos sembrarles buenos valores debemos ser el ejemplo de esos mismos. En Juan 13:14-15 nos dice: “Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros. Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis”.
El liderazgo en la iglesia es la paciencia
Romanos 15:3-7 dice: “Porque las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que por la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza”. Es importante acercar a nuestros hijos e hijas a la iglesia para que en sus diferentes etapas busquen el liderazgo. Por ello, también les estaremos entregando un escudo para sobrellevar diferentes situaciones: la paciencia.
- La oración es la mejor defensa
Debemos ser intencionales cuando oramos y pedir aquello que necesitamos en ese momento. Debemos saber que Dios nos cuida y Él obrará. Enseñémosles a nuestros hijos que la oración es la mejor defensa. 2 Crónicas 6:19 dice: “Mas tú mirarás a la oración de tu siervo, y a su ruego, oh Jehová Dios mío, para oír el clamor y la oración con que tu siervo ora delante de ti”.
- La vida sana es prueba del amor del Padre
1 Juan 4:12 (TLA) dice: “Nadie ha visto nunca a Dios; pero, si nos amamos unos a otros, Dios vive en nosotros y también su amor estará en nosotros”. Mostrémosles el amor del Padre a través de nuestro trato hacia ellos y los demás. Amándolos incondicionalmente (no consintiendo). Nosotros somos el reflejo de Dios en la Tierra. Nuestra vida les modela a un Dios misericordioso, amoroso, justo, que corrige, que instruye.
- Hablarles con la verdad
Juan 8:32: “y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”. Debemos hablar con la verdad para que los hijos no sean presas de las mentiras del diablo. Por eso, hay verdades que debemos reforzar:
- Dios creo a la familia.
- Dios creo al hombre y a la mujer.
- El matrimonio lo diseño Dios para formar una familia.
- Cada uno es creado a imagen y semejanza de Dios. Nuestro hijo o hija es especial y único.
- Dios los ama.
- Valen mucho porque Jesús pagó con Su sangre por nuestra vida.
- El cuerpo es templo del Espíritu Santo.
- La Biblia es verdad.
- Cuando pecamos y nos arrepentimos, Dios nos perdona.
Ingrid de Morales