Hoy quiero hablarles sobre la importancia de afirmar la identidad en nuestros hijos, ya que lo que sembremos en el corazón de ellos, en su niñez, repercutirá de forma positiva o negativa cuando sean adultos. Esto lo he vivido en carne propia y me he esforzado en afirmar la identidad de mis hijas desde que eran pequeñas: creo en ellas y sé que con la ayuda de Dios pueden lograr lo que se propongan si se esfuerzan por conseguirlo.
Quiero contarles que en mi niñez, así como a muchos nos ha pasado, recibí constantemente palabras negativas; esas palabras dañaron mi corazón y mi identidad durante muchos años y provocaron en mí la necesidad de sentirme amada y aceptada.
Cuando recibí a Jesús en mi corazón Él llenó esos vacíos. No obstante, tuve heridas muy profundas que necesitaban ser curadas y que poco a poco logré sanar conforme fue pasando el tiempo.
Por eso sé la importancia de amar a tus hijos tal como son con sus defectos y cualidades, y de reforzar sus virtudes, afirmar su identidad, ayudarlos a encontrar su propósito y cumplir sus sueños; porque somos los padres quienes reforzamos esa identidad y los guiamos para que, a su tiempo, todo lo que hemos sembrado en ellos dé fruto.
En Salmos 127:3-4 dice: “He aquí, herencia de Jehová son los hijos; cosa de estima el fruto del vientre. Como saetas en mano del valiente, así son los hijos habidos en la juventud”.
Este salmo declara una gran verdad: que los hijos son herencia de Jehová y que son como saetas (flechas) en manos del valiente. Nuestros hijos son una bendición de Dios, no importa de qué forma los hayamos tenido o si fueron deseados o no. Son nuestros hijos y el Señor nos ha dado el privilegio de amarlos, guiarlos, educarlos y declarar en ellos palabras de bendición para que, en su adultez, sean hombres y mujeres seguros de sí mismos, que amen a Dios sobre todas las cosas y alcancen el éxito en todo lo que emprendan.
En el próximo blog detallaré un poco más acerca de qué es reforzar la identidad en nuestros hijos. Mientras tanto, ama a tus hijos como son, cree en ellos, apóyalos en sus sueños, declárales palabras de bendición, diles lo mucho que los amas y que ellos pueden lograr lo que se propongan porque Dios está con ellos, porque son inteligentes y talentosos.
Aunque tengan defectos o haya áreas de su vida que en las que les cueste destacar, Dios los ama tal como son. Él nos ama a pesar de nuestras faltas y es paciente con nosotros; sé de la misma forma con tus hijos y verás un buen fruto, un buen resultado de lo que has hecho a lo largo de los años.
Dios te bendiga.
Gladys de Boteo