Prepara los siguientes materiales: 2 vasos transparentes, temperas del color que tengas en casa, agua, una servilleta de papel y un palito para revolver.
Toma ambos vasos y colócalos en una superficie plana. Pon agua en cada vaso, pero no mucha (menos de la mitad). Elige dos colores de tempera diferentes, añade un color en cada vaso y revuelve el agua y la pintura con el palito. Recuerda hacerlo en ambos vasos.
Ahora, toma la servilleta de papel y enróllala, que quede muy apretada. Introdúcela un extremo en un vaso y el otro extremo, en el otro vaso. Veamos que sucede…
Sabes, así como la servilleta iba llenándose de color, el Espíritu Santo quiere llenarte. Cuando recibimos a Jesús el Espíritu Santo vive dentro de nosotros.