Los amigos de Jesús celebraban el día de Pentecostés, cuando de pronto, un fuerte sonido les llenó los oídos como si estuviera alrededor de la casa. ¿Se imaginan lo asustados que estaban por el fuerte sonido?
Algo sorprendente estaba sucediendo ¿Quieren saberlo? Los amigos de Jesús se sintieron llenos de energía, se miraron unos a otros y se asombraron mucho al ver que cada hombre tenía una diminuto llama de fuego que flotaba sobre su cabeza y hablaban otros idiomas.
Los amigos de Jesús se dieron cuenta que habían sido bendecidos con los dones especiales que Jesús les había hablado, salieron a recorrer las calles muy emocionados para hablar de Jesús y alababan a Jesús. Ese día muchas personas se unieron a la iglesia y fueron bautizados.
Recuerda que, así como el globo necesita llenarse de aire para ser lo estaba destinado a ser, tú y yo necesitamos que el Espíritu Santo nos llene para ser quienes Dios quiere que seamos.