María y José hicieron un largo viaje a la ciudad de Belén en Judea. Los caminos estaban llenos de gente que viajaba en obediencia a las órdenes de los gobernantes romanos.
Belén estaba llena de gente. Hombres, mujeres y niños habían ido a registrarse allí. En el momento en que llegaron María y José, ya era difícil encontrar lugar donde alojarse. María se sentía cansada, agotada y empezaba a sentir dolores por el nacimiento de su bebé.
José fue a una casa a buscar un cuarto porque la posada estaba llena. Después de tanto buscar hallaron un lugar donde guardaban a los animales, un establo. ¡Se imaginan, un establo donde estaban las vacas, burros y gallinas!
Esa noche María dio a luz a su bebé. Lo envolvió con pañales y le hizo una cama en un pesebre, porque no había alojamiento en ningún lugar.
En la quietud de la noche, Dios le dio al mundo su maravilloso regalo. Nació el bebé que cambiaría el mundo. María y José le pusieron por nombre Jesús “Emanuel” que quiere decir Dios ha venido a vivir con nosotros”
¡Celebra el cumpleaños de Jesús! Cierra los ojos y oremos: Gracias Señor por el mejor regalo, Tu amor y Tu Hijo Jesús. Gracias por recordarme que los mejores regalos con frecuencia son los mas sencillos, como el pesebre donde acostaron a Jesús al nacer.
