Abram estaba preocupado y se preguntaba ¿Ahora a quién le voy a heredar mis cosas cuando muera? Dios al darse cuenta de su angustia, le hizo una promesa: ¿Puedes contar todas las estrellas que hay en el cielo? Le preguntó. No puedo, pues son demasiadas-respondió Abram. Así como las estrellas será tu familia.
Los años pasaron y Abraham cumplió noventa años. Pensó que Dios se había olvidado de su promesa. Entonces cierto día llegaron tres viajeros hasta su casa. Abraham los recibió con mucha amabilidad y les dio de comer. Uno de los viajeros le dijo a Abraham que en un año tendría un hijo. Poco después Sarah se enteró que esperaba un hijo.
Recuerda que Dios siempre cumple Sus promesas.