Recuerdan la historia de la joven llamada María que se casaría con José. Dios eligió a María para traer a Su Hijo y tendría un bebé. Un día el emperador del Imperio Romano quería saber cuántas personas vivían en su reino y por eso José y María tenía que viajar a la ciudad de Belén, la ciudad en la que había nacido.
Se imaginan ese largo viaje y ella ya tendría a su bebé, seguro fue muy cansado y difícil para María. Aún así tenía que ir a Belén para ser contada.
La ciudad de Belén estaba llena de gente. Muchas personas habían ido hasta allá. María confiaba en que Dios tenía una razón para que hacer aquel largo viaje. Ella no se molestó ni se quejó.
Pidamos a Dios que nos ayude a ser como María.