Gabriel era un ángel. Él obedecía a Dios. Algunas veces les llevaba noticias especiales de Dios a personas en la tierra. Un día, Dios envió a Gabriel a la casa de una mujer joven. La mujer se llamaba María. Gabriel llegó a donde estaba María y le dijo: ¡Hola! ¡Dios está contigo! María se asustó. Ella se preguntaba qué querría el ángel. No tengas miedo. Dios te ama. Él te va a dar un hijo. Lo llamarás Jesús. ¡El será el hijo de Dios! Dijo Gabriel.
María se sorprendió ¿Cómo puede ser eso? Preguntó ella.
El ángel Gabriel le respondió. Nada es imposible para Dios. Yo te creo, dijo María. Haré lo que Dios quiera. Entonces Gabriel se despidió de María.
Tú también puedes ser como María, obediente a tus padres y a Dios.