¿Cómo reaccionas cuando estas triste o enojado?
En el libro de Génesis está escrita la historia de los primeros hermanos de la tierra. Caín y Abel.
Caín era agricultor y Abel su hermano se dedicaba a cuidar el rebaño de ovejas.
Un día Caín le presento a Dios una ofrenda de los frutos que cultivaba y Abel escogió de las primeras crías más gordas de sus ovejas, y se las llevó a Dios como ofrenda.
Dios recibió con mucho agrado la ofrenda de Abel, pero no recibió con el mismo gusto la ofrenda de Caín.
Caín estaba enojado y en su cara se le veía que estaba muy molesto.
Dios le preguntó a Caín: ¿Por qué estás triste y enojado? Si haces lo correcto, siempre te aceptaré con agrado, pero si haces lo malo, el pecado está listo para atacarte como un león. ¡No te dejes dominar por él!
Cuando tienes dominio propio controlas tus pensamientos, sentimientos y acciones. Manejas el enojo sin lastimar a nadie. Parar de jugar porque sabes que fue tiempo suficiente. Dios desea que tengas dominio propio.
Esta historia no tuvo un final feliz, un día Caín invitó a su hermano, cuando llegaron al campo, Caín golpeó a su hermano y lo mató.
Llamado: Oremos a Jesús para que nos ayude a tener dominio propio y no permitir que el pecado nos domine como sucedió con Caín.
Amado Dios gracias por la vida de nuestros hermanos, te pedimos que nos ayudes a amarlos y que podamos contralor nuestros pensamientos, sentimientos y acciones, reflejando Tu amor en todo momento.