El día de pentecostés Hechos 2:2-4
Un grupo de unas 120 personas estaban reunidas esperando esta promesa y regalo especial. Algo inusual sucedió, se oyó un estruendo como el de un fuerte viento, aparecieron llamas de fuego sobre las cabezas de las personas y hablaban otros idiomas. El Espíritu Santo estaba sobre todos en la habitación. Salieron a las calles a hablar de Jesús, muchas personas recibieron la salvación. Las personas en la calle pensaban que estaban borrachos porque se reían mucho y hablaban en otros idiomas, pero no era así, era una de las manifestaciones del Espíritu Santo.
Así como los amigos de Jesús recibieron ese regalo especial, tú también puedes hacerlo, solo ora y permite que Dios te bendiga con esos dones especiales para poder compartir el mensaje de salvación a tus amigos. Quizá ya lo has sentido en ti, puedes reír, llorar o sentir una paz que no logras entender. Ese es el Espíritu Santo que te da valor para cumplir lo que Jesús te mando.