Importancia de la educación de valores y principios en casa (I)

Como padres tenemos delante tantos retos en el día a día, pero debemos procurar ser intencionales y tomarnos un tiempo para hacer una pausa, meditar, evaluar y tomar acción en la dirección del futuro para nuestros hijos.

Podríamos arrancar pensando en hacer un listado de prioridades a tratar con ellos, por ejemplo, tomar como base las edades y etapas que están viviendo y partiendo de ahí listar las áreas urgentes que necesitamos afrontar. En otras palabras, si tengo un chico de 5 años que aún no ha superado el egoísmo y se niega a compartir sus juguetes, entonces debemos prestar atención a ejercitar esta área, promoviendo momentos en que pueda compartir con los demás por medio de un juego: por ejemplo, supongamos que entregas varios juguetes a cada miembro de la familia y ganará quien más comparta.

Talvez dirás: “Yo tengo un adolescente en casa y ha bajado su rendimiento académico, pasa el día con mucho sueño”. Bueno, entonces es urgente revisar su rutina y poner límites en el uso de dispositivos o de internet. Revisar su día a día y en especial su metodología única de aprendizaje.

Con estas dos etapas la invitación pasa por destacar los temas “urgentes” que como padres necesitamos hablar y a partir de las cuales debemos tomar un plan de acción.

En esta primera parte haremos énfasis en planificar la estrategia de reforzar en nuestros hijos los valores y principios que regirán el resto de su vida. Pensarás a qué me refiero con planificar. Es necesario tener no solo en mente, si no también en papel y lápiz cómo lograremos formar en ellos los valores que permiten una convivencia armoniosa entre los seres humanos. Si buscas en los libros acerca de los valores encontrarás que para un autor existe la amistad o el amor como un valor, pero otros resaltan la responsabilidad y la bondad.

Entonces, de acuerdo con las etapas y necesidades urgentes que tienen tus hijos, debes tomar como valores prioritarios dos o tres, y luego pensar en instruirles el resto de los valores que consideres.

Es decir, si tengo una hija de segundo grado de primaria que ha traído del colegio un borrador que no es suyo, tomaremos entonces el respeto y la honestidad como valores prioritarios a enseñar. El respeto a lo que no me pertenece y la honestidad para regresar al día siguiente y devolverlo a su dueño. Importante será resaltar que esta tarea de “devolución” deberá ser en la mayor parte responsabilidad de nuestra hija, pues la intervención como padres al cien por ciento podría dejar a medias la enseñanza que deseamos impartirles.

No olvides la importancia de planificar la enseñanza de valores a los niños. Cuando las distintas situaciones cotidianas nos muestran los prioritarios, entonces es tiempo de continuar mes a mes para hablar sobre el resto de los valores.

Más allá de planificar y buscar recursos para mostrar principios y valores a nuestros pequeños, nuestra mayor tarea será modelar con nuestro ejemplo cada uno de ellos. Si hablamos de responsabilidad, ¿quiénes deben ser responsables en primer lugar? Nosotros como padres.

Los primeros años de mi vida tuve la oportunidad de convivir diariamente con mis abuelos paternos. Mi abuelo es una persona extremadamente dadivosa. En cada visita a un familiar o amigo, él siempre llevaba algo para la persona. Podría ser algo muy sencillo: una bolsa con pan, fruta o artículos para alacena. Hace un par de años me percaté que en lo personal cuando visito a un amigo o familiar no me gusta llegar con las manos vacías, busco siempre llevar un detalle. Mi abuelo nunca se sentó conmigo cuando tenía siete años para decirme: “Siempre debes llevar un presente a la casa que visitas o a la persona que está padeciendo una enfermedad o pérdida”.

Para finalizar, te tengo buenas noticias: ya tienes varios valores y principios que has inculcado a tus hijos. Toma un momento y piensa: “¿mis hijos siempre saludan a las personas, dicen buenos días, gracias y piden por favor?” ¡Muy bien! Ya les has influido el valor del respeto y la gratitud.

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