Identidad

¡Afirma la identidad de tus hijos!

¿Recuerdas cuando tu hijo empezó a caminar? ¿Cómo fue el proceso, muchos intentos, usó andador para iniciar a andar, gateó o no lo hizo? ¡Claro! Tú estabas del otro lado de la sala para hacerle porras. ¡Y al final misión cumplida!

Nuestros hijos son un proyecto en construcción constante, cada etapa de su vida implica retos, cuidados, consejos, aprender y reaprender qué hacer con ellos. Sin embargo, la constante en cada etapa es la dinámica saludable en el hogar, ya que transmite seguridad y autonomía, así como la afirmación que los padres de familia y cuidadores siembran en el corazón de los niños.

De igual manera, el desarrollo emocional es importante para el éxito en sus vidas y para maximizar sus habilidades. Que tengan confianza, autoestima y caminen por la vida sabiendo quiénes son. Los pequeños esfuerzos y el ejemplo dan más resultados para afirmar la identidad de tus hijos.  

Te compartimos cuatro consejos prácticos para lograr mejores resultados:

  1. Expone a tus hijos ante la Palabra de Dios. En Lucas 2:52 dice: “Así, Jesús crecía en sabiduría y estatura, y Dios y la gente lo veían con buenos ojos” (PDT). Este pasaje finaliza justo en la búsqueda de Jesús en el templo, donde fue expuesto a la Palabra. No se trata de cantidad de libros de la Biblia leídos o versículos aprendidos, sino de entender y vivir la Palabra en cualquier edad.
  2. Practica el autoconocimiento. Todos tenemos un concepto de sí mismos, niños, adolescentes, jóvenes y adultos tenemos una idea de nuestra habilidades y áreas que podemos mejorar. Cuando los adultos somos vulnerables delante de nuestros hijos, esto permitirá que imiten el ejemplo y tengan un concepto sano de ellos mismos. A veces pueden dudar de sus capacidades, pero motivarles a intentar actividades nuevas les dará un mejor autoconocimiento.
  3. Permite a tus hijos que se equivoquen, déjalos que piensen y vivan sus consecuencias. Por supuesto, esto en un rango saludable. Con las nuevas generaciones debemos ir más allá de decir: “porque lo digo yo”, aunque puede requerir un poco más de tiempo y paciencia, ayudarles a tomar decisiones o analizar pros y contras a cualquier edad, hará de ellos personas analíticas que no son llevadas por cualquier corriente.
  4. Diles a tus hijos lo que esperas de ellos. En la familia nada se supone, todo se habla. El no decir tus expectativas de conducta, obediencia, rendimiento académico, entre otras, es un agente estresor constante. Elige decir lo que esperas de su conducta siempre, por ejemplo, al ir a una piñata, estar en un restaurante o estar en el parque con otros niños.

No podemos condicionar el amor a nuestros hijos. No hay nada que hagan, equivocaciones, dudas o travesuras, todo se resuelve en el ambiente saludable de la familia. Nada de lo que ellos hagan condiciona tus palabras de afirmación y validación sobre ellos, realizar esto en el hogar es vital para afirmar la identidad de nuestros hijos.

Cessia Collado de Revolorio

Psicóloga

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